En Casa San José, estamos comprometidos con el acompañamiento integral de quienes buscan restaurar sus corazones y vidas a la luz de la fe. Uno de los apostolados que queremos dar a conocer es el retiro del Viñedo de Raquel, un ministerio profundamente transformador para aquellos que han experimentado el dolor del aborto.
El Viñedo de Raquel es un espacio de misericordia, sanación y reconciliación. A través de un fin de semana de retiro, hombres y mujeres tienen la oportunidad de confrontar y sanar las heridas emocionales, espirituales y psicológicas que deja el aborto. Este proceso se desarrolla en un ambiente de absoluta confidencialidad, lleno de compasión y libre de juicios.
¿Qué hace especial este retiro?
Un encuentro con la Misericordia Divina: El retiro integra dinámicas espirituales con momentos de oración y los sacramentos, como la confesión y la Eucaristía. Cada participante es invitado a experimentar el amor incondicional de Dios, que nunca abandona ni condena, sino que restaura con ternura.
Acompañamiento humano y espiritual: El equipo del Viñedo de Raquel está conformado por personas capacitadas para guiar este proceso, incluyendo sacerdotes, consejeros y voluntarios que han vivido su propio camino de sanación.
Un espacio para todos: Aunque tiene una base en la espiritualidad católica, este retiro está abierto a personas de todas las denominaciones cristianas que deseen sanar sus corazones y reconciliarse consigo mismos, con Dios y con sus seres queridos.
En Casa San José creemos en el poder de la esperanza y la sanación, y por ello queremos invitar a todos aquellos que necesitan este tipo de apoyo a considerar el Viñedo de Raquel como un recurso transformador en sus vidas. Este apostolado es un recordatorio de que no importa cuán profundo sea nuestro dolor, Dios siempre tiene un plan de amor y restauración para cada uno de nosotros.
Si deseas más información sobre este retiro, cómo participar o cómo apoyar este ministerio, ¡contáctanos! En Casa San José, estamos aquí para caminar juntos hacia la plenitud que Dios nos tiene preparada.
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